Diego Lerner, quien volvió a asumir la presidencia de Disney Latinoamérica en 2018, fue uno de los grandes impulsores y responsables del negocio Direct to Consumer de Disney a nivel global, primero con Disney+, que se lanzó en la región en noviembre 2020, y ahora con Star+, que está disponible en Latinoamérica desde el 31 de agosto. Realmente no se equivocó porque hacia allí va el futuro del consumo audiovisual.
A diferencia de Disney+, que está orientado al público infantil y familiar, Star+ está enfocado al entretenimiento general para una audiencia adulta. Cuenta con contenido de productoras propiedad de Disney como ABC, FX, Searchlight, 20th Century Studio y 20th Television y de terceros e incluye películas, series, una gran proporción de producción local y una gran variedad de deportes en vivo de ESPN, el gran diferencial que tiene con respecto a otras plataformas lanzadas recientemente en la región.
Star+ se puede adquirir de manera individual o como parte de un paquete que incluye también a Disney+, que le permite al suscriptor ahorrar hasta un 30% sobre el precio que tendrían ambos servicios por separado.
“El plan de negocios de Star+ es simple. Es presentarse en la comunidad como una propuesta diferente con un contenido que no está en Disney+. Pero que lo complementa y lo complementa a nivel de precio con una propuesta integrada y nivel de contenido con un segmento demográfico diferente” dijo Lerner en una entrevista reciente.
El contenido local tiene una gran importancia para la nueva plataforma. En este momento hay 66 producciones que se van a ir estrenando en lo que queda de 2021 y principalmente en 2022. Para lo que queda de este año se destacan producciones como la tercera temporada de la producción brasileña Impuros,de Barry Company, nuevos episodios de Bios. Vidas que marcaron la tuya de National Geographic, producido por Underground; Terapia alternativa de Kapow y No fue mi culpa, de BTF Media, y para 2022 llega el esperado estreno de Santa Evita de Non Stop.
Lerner, que es abogado, se incorporó a Disney en 1990 como director ejecutivo de sus divisiones de video y televisión por suscripción en la región, estableciendo nuevas operaciones de distribución propia en México, Brasil, Chile, Colombia y Argentina. Dos años después, añadió el negocio de cine a sus responsabilidades. Bajo su supervisión, Disney logró un liderazgo indiscutible en cine, televisión, radio, entretenimiento para el hogar, merchandising y entretenimiento digital, habiendo más que triplicado el negocio durante los 10 años en que dirigió la región de América Latina.