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La competencia en la ficción turca está más feroz que nunca  

Hace 10 años que llegaron los contenidos turcos a Latinoamérica de la mano de Las mil y una noches, y esta tendencia del drama turco en la región fue creciendo poco a poco. Este fenómeno no solo se generó en América Latina, sino que se replicó por todo el mundo, haciendo de Turquía uno de los principales productores y exportadores en la industria audiovisual.

Tanto así, que ahora no solo los turcos están produciendo piezas audiovisuales allí, sino que productores de todo el mundo lo están haciendo, y cuando decimos de todo el mundo, nos referimos a todas y cada una de las regiones en el planeta.

Hay latinos haciendo contenidos en Turquía, estadounidenses, europeos, asiáticos, entre otros, y esto ha hecho que haya mucho contenido en Turquía y no tantos canales o plataformas donde emitirlos.

No hay suficientes franjas horarias en los distintos canales de Turquía en este momento como para transmitir todas las producciones que se están realizando actualmente. ¿Cuál es la solución de los productores y distribuidores turcos? Pues salir a vender los contenidos a otras regiones, sin haber sido emitidos previamente en ninguna pantalla nacional con la esperanza de conseguir ser estrenados en algún otro territorio.

Una vez más, se presenta otro problema. ¿Cómo vendes un programa de televisión a algún broadcaster internacional sin presentarles ningún tipo de números, ratings, éxitos de audiencia, reacciones en redes sociales? Es bastante complicado, comentan diferentes productores, distribuidores y programadores turcos a PRODU.

Los programas que más y mejor están saliendo de Turquía a otros territorios, son programas o dramas que ya han sido probados en su país de origen, y han tenido buenos resultados con las audiencias turcas. Es por esta razón que las productoras aliadas con los canales, y los distribuidores de dichos contenidos, si no son ya los mismos que los producen, están siendo los más beneficiados en esta inmensa competencia que hay en el mercado turco por obtener tiempo al aire, y por ende, obteniendo números para poder mostrar al mundo lo bueno que es su contenido.

Para concluir, en este momento, por la gran cantidad de producciones que hay en Turquía, hay muchos contenidos muy buenos y de gran calidad que no están en ninguna pantalla y está costando mucho a los vendedores colocar esos programas tanto en pantallas nacionales como en las internacionales.

En gran parte es por esto que en Turquía la forma de producir las series y novelas es prácticamente en el día a día con lo que se va emitiendo, sin tener muchos episodios ya grabados, porque si en alguna franja, en algún canal, o en cualquier momento un contenido turco deja de funcionar (hablando de ratings y audiencias), este programa sale del aire y meten rápidamente a cualquiera de los que están sin pantalla.

Andrés Briceño