Byg Studio trabajó en la posproducción de Un viaje al corazón, con Omar Chaparro, película que desde su estreno el pasado 10 de octubre ha logrado posicionarse entre las preferidas de la audiencia. Según Canacine, esta película estuvo en el primer lugar dentro del top 5 de películas mexicanas, entre el jueves 10 y el domingo 13 de octubre, con asistencia de 117.548 personas en cines de México.
Pablo Guevara, director de posproducción de la empresa, explicó que uno de los retos fue coordinar este trabajo con varios aliados, algunos ubicados en EE UU: Picture Shop en corrección de color; Sung Rok Choi (independiente) en diseño de sonido; Vanessa Ruane y Jeffrey Stallman (independientes) en edición, y Roberto Murguía (independiente) en la música.
“Fue un trabajo en equipo. El equipo grabó en Tijuana y en Los Ángeles, nos enviaban el material, nosotros descargamos, sincronizamos, hicimos los proxys, los dailies, y teníamos un equipo en EE UU que eran los encargados de hacer la edición. Tomábamos el material en alta, lo sacamos en baja, se lo enviamos a edición, ellos editaron, nos devolvieron la secuencia ya cerrada por el director, y nosotros administramos la entrega del material a los artistas que iban a hacer los VFX, en simultáneo a los músicos y sonido, que trabajaban en paralelo, mientras nosotros le exportábamos al equipo de color, que también estaban en EE UU. El reto realmente fue administrar los tres o cuatro equipos distintos y cumplir con las fechas” explicó Guevara, tras acotar que todo este trabajo se realizó en coordinación con Emiliano Jiménez, de BTF Media.
Las escenas del avión y la pista se redimensionaron para ajustarlas a las que requería Un viaje al corazón
Lograr que el flujo de trabajo fuera eficiente, respetando los tiempos, pero planeando estos tiempos, además de darle custodia al material fue parte de este reto. “Finalmente recibimos todas las piezas para hacer el montaje final, la masterización y logramos cumplir con las fechas de entrega, especialmente el primero al que concurrió: el Festival Internacional de Cine de Guadalajara” dijo.
Todo fue sometido al departamento de control de calidad con el que cuentan, hicieron los créditos iniciales y finales, revisaron todos los temas técnicos y de calidad.
VFX EN ESCENAS CLAVES
Byg Studio trabajó los efectos especiales en la película, algunos de los cuales significaron un reto, como lo fueron las imágenes del avión. Se filmó un avión mucho más pequeño que el tamaño y tipo de avión que requería la historia, así como una pista de aterrizaje.
“Creamos todo el diseño del avión de carga, tanto el que sale como el que aterriza. Hubo que redimensionar a las proporciones de un Boeing, que además, debía tener continuidad con el final. Empezamos un trabajo de rotoscopia y varias pruebas de modelado en 3D para aplicar sobre la imagen el modelo que habíamos escogido. Luego fue trabajar en los detalles, el color del avión, el sentido, proporción e inclinación, en las escenas del aterrizaje y el despegue. Hicimos varios ejercicios de prueba y error hasta que se vieran muy naturales. En total, trabajamos 113 planos de VFX durante toda la película” dijo Guevara.
Byg Studio tiene dos salas de color y manejan flujos Dolby
Otras escenas donde se usaron VFX fueron la de Julián (Omar Chaparro) y Sofía en el techo de la casa, creando un fondo de cielo estrellado, se reforzó el accidente, con detalles en humo, sangre, disparos, entre otros, además de darle continuidad a detalles a lo largo de la película, como heridas. El corazón que palpita al final, también fue mejorado en posproducción.
TRABAJO IN HOUSE
Explicó Pablo Guevara que usualmente Byg Studio trabaja in house todo el proceso y lo entrega terminado al cliente. Hacen la edición, con editores de mucha trayectoria como Camilo Abadía. Tienen dos salas de color, manejan flujos Dolby y suelen tener bajo su control todo el proceso de posproducción. Tienen capacidad de trabajar varios proyectos en paralelo. Tienen su departamento de VFX, artistas para efectos visuales más complejos, y pueden ampliar el equipo si el proyecto lo requiere.
“En la mayoría de los proyectos que trabajamos tenemos el control de todo el proceso, desde el inicio hasta el final. Pero también estamos en capacidad de involucrar proveedores o unir a aliados estratégicos” dijo Guevara, tras apuntar que si el director o la producción quieren trabajar el color con su colorista, también pueden involucrarlo, como fue el caso de Un viaje al corazón.
Aliana González
